MEDIANOCHECLARA

MEDIANOCHECLARA

martes, 5 de febrero de 2013

HUELLAS INVISIBLES


Es un día especial, una mañana preciosa de enero, estoy recreando mis ojos  frente al mar. Los aromas impregnan el lugar, con una taza de café que bebo con placer en mi balcón que se nutre de magnolias.
Siento en mi piel un fuego intenso, el sol cae a pleno sobre mi cuerpo, la brisa se entretiene con mis cabellos de plata, y me llega la música desde mi atelier, donde deje mi cuadro poético descansar de mis arrebatos.
Veo las olas crecer y sus cristalinas aguas salpicar el muro que las contiene, cada rayito de sol que las besa se convierte en una bella piedra de jade, mi imaginación va junto a la realidad del momento. A lo lejos miles de pájaros pasan batiendo sus alas en busca de nuevos horizontes, regresan a mi mente aquellos versos del ayer que como aves volaron  buscando la libertad. Amo las cosas simples de la vida, en ellas me encuentro siempre cuando mis actos se despistan, se que somos humanos y nos equivocamos en muchas ocasiones.
Son tantos recuerdos, es tan hermoso sentir que el tiempo pasó como pasan esas aves dejando una huella invisible, pero que están en mi interior.
Hoy, mirando este sol que me abraza, este mar que me envuelve con su manto de cristal, mis flores, mi música y mis creaciones, me dicen que todo está donde debe. El silencio se presta a recordarme que mi deber me llama, me despido del imaginario cuadro, abandono mi posición recreativa y regreso donde me espera mi querida y luchadora máquina, donde las palabras fluyen sin tiempo ni olvidos.


sábado, 28 de abril de 2012

VENTANA AL INFIERNO

Se pierde inconsciente
entre la gente desconocida
que no ve, su ceguera es irreversible,
estira su sombra aún más para llegar
dejando un hueco en su razón,
que incomoda su silueta y su posición.
No comprende, ni podría hacerlo, que hay
un día de sol, una noche de verano.
No percibe su aspecto desolado
que se diluye en sus tiniebla oscuras,
es una pintura abstracta, dañina,
es una joya descolorida, y en desuso,
un tesoro sin dueño ni papeles,
una flor sin pétalos ni perfume,
una canción sin nombre, sin amor.
Pero sigue allí, revuelta y sucia,
sigue aferrada a su banco de papel.
La pantalla la absorbe perdiéndola
entre los colores indecorosos,
ya está ausente, desentendida,
el bullicio es un silencio absurdo
que la conmueve a seguir allí,
encajada en la niebla verde putrefacta.
Sin que la asista su interior ausente,
sentada manipula su vida desordenadamente,
ocasionalmente tose, mira sin ver,
escucha sin comprender su propia voz,
está tan oscura su voluntad, que se destiñe
como una muñeca de paja y cartón.
Que le salen alas entre los brazos,
que le brotan perlas en la frente,
pero su rostro disimula el color de su piel.
Su alma se identifica para cuidar de ella,
y juntas son una sola interpretación,
un concierto sin música, sin sonido,
las lágrimas del ser fluyen sin saberlo,
deja correr sus aguas secándolas con su dorso,
sus alas comienzan a extenderse.
Quiere volar entre el enjambre de seres,
se hace imposible su huida, no tiene pista,
ni aire, ni amor para cuidar su alma.
Se deshace en el fragor de la tarde para escapar
entre las sombras de otros iguales,
desapareciendo deja una huella gigante...
su esencia es un hilo que se pierde en su búsqueda.

viernes, 13 de abril de 2012

MARIEL

El camino se insinuaba polvoriento y desolado, pero nada parecía indicarle a élla que el peligro la asechaba.
Cantaba una canción india aprendida años atrás cuando fue a la reserva de los indios tehuelches.
Esa canción entrañablemente triste la hacia sonreír de angustia, parecía que encontraba placer en el dolor y la soledad.
Sintiendo el viento aullar repetidamente acompañando su canto, caminaba febril suspirando en cada bocado que absorbía su respiración entre el silencio y su voz lúgubre.
Mariel nació entre las flores del campo hacia ya veinte años; su vida transcurrió allí junto a los animales y el polvoriento terreno donde jamás llovía, la tierra seca parecía corcovear y lanzar a sus demonios por el viento, nada en ella hacía notar descontento se había mimetizado con el tiempo
En su ligero andar miro que el camino se habría en dos brazos, uno llevaba al cementerio el otro a un pequeño pueblo deshabitado, Mariel siguió para el pueblo y su canción se hizo más triste, melancólica.
Ya hacía mucho frío, la tarde le llego de golpe al pueblo junto a Mariel que lo recorría con avidez sin encontrar lo que tanto buscaba, se centro en una casa en ruinas como todas las demás, solo que esta era la vivienda donde ella había nacido.
¿Que buscaba Mariel en ese lugar después de veinte años?.

La realidad de su abandono. Ella nunca conoció a sus padres se crió entre la bruma en medio de la nada, solo los animales acompañaron su existencia.
Entro sin miedo, como un animal sediento de sangre busco con ansia cualquier cosa, algo que pudiera hacer que comprendiera, algo significante.
Su canto un susurro prolongado y aterrador, sus pies descalzo precipitados avanzaban golpeando todo lo que encontraba a su paso con un ritmo acelerado, justificado.
Quizás quería saber aquello que no comprendía porque nadie jamás le dio un lugar. Su memoria estaba poblada de un número de cosas que solo ella podía desentrañar.
Busco y busco sin saber bien que. Entre las tablas podridas del lugar encontró una foto muy vieja, sus manos torpes violentamente agarraron ese pedazo de papel descolorido por el tiempo; allí con el dorso de la mano limpio el polvo acumulado por años y descubrió una mujer junto a un hombre, sus ojos se llenaron de despecho, un odio animal nació, su canto fue un aullido lúgubre que se sintió en toda la comarca- fue como una ardiente llama que forzó al tiempo a desentrañar su pasado.
Y allí mismo vio nacer la criatura que era ella misma. Su madre fue muerta por los indios, su padre desapareció bajo el influjo del dolor y su locura le atravesó el corazón. 
Fue rescatada por un perro salvaje y criada como tal. Su fuerza mental fue extraordinaria, allí mismo nació una nueva Mariel, su canto se volvió un río manso, sus ojos por primera vez lagrimearon… conoció de pronto a su ser, se compadeció de ella misma, cayó sobre la tierra dura donde su padre había muerto y con su canto ahora llanto.
Abrió su corazón de un solo tajo dejando caer a borbotones su sangre y su vida.


sábado, 7 de abril de 2012

HUIR

En un espacio sin lugar se desarrolla un especial de sinsabores. Es un letargo de años.
Es un revuelto sin nombre, que se abastece con razones que otro creo tener, y el próximo se ahoga sin poder tener en su camino un  solo movimiento que valga un penique
Es solo un ser sin importancia, sin interés que nadie se preocupa en entender, la fuerza de la esclavitud siempre su origen será tener más, saber lo que él no logre entender más allá del pionero, de la creación.
Como dilucidar este tema tan escabroso, cuando solo uno piensa que su razón e inteligencia es sobre poderosa.
No hay caminos, ni senderos, ni un solo lugar donde pueda escalar ni remontar ideas. Esta más allá de lo que piensa que siempre es el maldito que hace daño.
Por eso quiere volar como mariposa al viento, no trasgredir, no corromper, solo extender las alas y dejarse llevar por la brisa o la tormenta que avecina clara y nítida.
Quizás pueda encontrar un lugar donde su pronunciar, su proceder y pensamientos sean aceptados como una razón valedera.
Cansado ya de navegar sin remolinos ni despegues, al mundo incierto a de entregar sus ideas, si no la quieren acatar será un final entre final, será de aquel que se lo lleve todo, eso sí, tendrá que corresponder porque sin razón nada tendrá valor, y si la ha de tener será mejor huir,
 Sin mirar atrás desaparecer en tiempo de este mundo. 

viernes, 16 de marzo de 2012

UNA PARTIDA MÁS

Quiere evadirse del silencio tormentoso,
pero cruel como un gato sarnoso
el tiempo no le permite
volar, ni caminar, ni olvidar la oscuridad.
Se queda en la torre negra.
La sangre se deteriora sobre su cuerpo,
el viento la desparrama
y solo atina a nombrarla,
casi sin voz, es un sollozo entrecortado.
La ansiedad en un cumulo misterioso
que lo empobrece aún más, y su razón
muere, como está haciéndolo su corazón.
La brisa sacudida por la compasión
cruza sobre su frente un poco de frescura,
lo anima, lo revive, lo estimula,
logrando hacer que suba sus manos,
que tome esa copa rubia,
que la beba y sienta es su interior
como va entrando la paz
a raudales por su cuerpo maltrecho.
No vacila, hace lo que siente y cumple
con su promesa de morir
sin volver a pedir un tiempo más.
La recompensa se la lleva el poderoso
el solo deja su sangre descompuesta
como una pirueta del destino
que jugando al tira y afloja
le gano la partida.

jueves, 15 de marzo de 2012

SU PROPIO CORAZÓN





Comenzó un pequeño corazón a latir detrás de las apariencias relativas de huevo. Siguió su curso y lentamente fue siguiendo su ritmo. Se perfeccionó dentro de esa cáscara que lo contenía. Creció de volumen latiendo junto a miles de células que se volatizaban en un conjunto increíbles de pequeñas partículas voladoras.

Su cuerpo de rosa y piel en pétalos no interfirió en su latir. A cada uno de esos latidos lo acompañaba el crecimiento mental que poseía dentro de su cavidad. Allí se desarrollaban las conexiones más increíbles, su corazón era auténtico, diferente y poderoso. Un día el fuego fue absorbiendo su cascarón, se fue rajando y sus partes blancas se convirtieron en escamas negras, secas y desechables.

Él salió a recorrer una senda especial. Su libertad le era permitida. Fue creado para diversas emociones. Fue clonado sin recuerdos, sin escrúpulos.

Comenzó su andar sin cuerpo, sin alma, sin razón. Solo tenía un señuelo, su propio corazón que en cada latido formaba mares, ríos y montañas, y el mundo creció desde ese pequeño lugar, latiendo.

Así fue encontrando lugares, huecos, campos, ciudades y forestaciones.

Luchó con el mal y se llevó todo su contenido a su profundo e infinito corazón que no tenía ni principio, ni fin, solo parecía ser pequeño... no lo era.

El mundo fue absorbido lentamente. Las personas fueron desapareciendo. No existía lugar seguro, él arrasaba con todos, los volatizaba.

Luego de un corto período de prueba fue llamado a informar de su estado y trabajo. Comenzó nuevamente el proceso del huevo.

Ya dentro de su cavidad fue latiendo cada vez más lento buscando el camino de su inmortalidad, se fue durmiendo. Su cáscara se partió al cerrarse el círculo destruyéndose en la tierra sin dejar rastro.

Él llego a su oficina de caracol. Llamó a su puerta. Los sensores funcionaron rápidamente. Fue tragado por la brisa concentrada y tan azul como el mismo cielo. Allí encontró su cuerpo, se metió en él, se vistió correctamente como correspondía estar frente a su superior.

Una nube lo transportó suavemente frente al reino de los cielos. Tomó su espacio ya destinado y esperó su tiempo.

Cuando el Señor de los cielos llegó, no sabía exactamente cuántos milenios hacía que lo esperaba.

Un suave viento profundo y delicado levantó un atril. Allí, frente a él, se encontraba su Dios que lo observaba con mucho amor.

Rápidamente fue relatando todo lo que había hecho en la Tierra. El Señor ya lo sabía de antemano pues todo lo observaba.

Le dijo: “Hijo ya cumpliste con mi mandato, sacaste mucha maldad, pero aún hay tantas rodando por ese globo terráqueo que tendrás que regresar. No será ahora. Tendrás tu sueño de recompensa, dormirás tanto como sea necesario, hasta que tu latido regrese a la vida y volverás a dejar allí todas las cosas como estaban antes que tú llegaras. El ser humano necesita un castigo, ese será su castigo, tratar de hacer ellos solos las cosas bien, volver a un estado de paz y de amor sin corrupción”.

El corazón se fundió en un sueño reparador…

Continuará.